¿Hacia una emancipación de la opinión?

Vivimos en la suposición de que nuestra opinión es libre simplemente porque podemos comentarla, y esto es un paso, pero o la emancipamos de los dictados de los holdings creadores de opinión o no podremos borrar la sospecha de que somos libres de expresar la opinión que tenemos simplemente porque opinamos como ‘es correcto’.

Hemos reconocido que para el bienestar intelectual de la humanidad (del que depende todo otro bienestar), es necesaria la libertad de opinión, y la libertad de expresar toda opinión. John Stuart Mill. Sobre la libertad.

¿Pero qué es eso de la libertad de opinión? Nos hemos confortado en el tópico de que la libertad de opinión es algo tan fácil, y conseguido en la mayor parte de los estados nación de nuestro entorno como poder decir lo que uno piense sin problemas aparentes, mientras no traspases ciertos límites –que lo único que se sabe de ellos es eso, que son ciertos-. Desde esta sencillez, las capacidades COMEXT, especialmente Internet, sólo harían que ponérnoslo aún más fácil, porque cualquiera puede soltar su opinión al ciberespacio –esto me suena-. Sin embargo no es tan fácil. Tener una opinión libre es condición previa a expresarla en libertad, porque de otro modo, no somos más que retransmisores, broadcasters de lo que recibimos. La opinión se construye desde la experiencia y asimismo sobre opiniones previas incorporadas, así que entre otras cosas, una opinión libre necesita tener acceso a pre-opiniones diversas, incluso divergentes. Si sólo se tiene acceso a la opinión vestida a veces de información o incluso de contenidos de ocio de unos pocos conglomerados de medios, acabaremos forzosamente pensando exactamente como se nos ha ‘educado’ y, con la peligrosísima ilusión de creernos que tenemos una opinión libre, cuando lo que en realidad tenemos es una copia, a lo sumo reatrabajada en local, de lo que se ‘emite’.

Cremallera!

Atribución modif de flickr-com/photos/winton/12630541/

La asfixia de los creadores independientes de contenidos es un medio aparentemente inocuo, por estar inserto en las reglas del mercado, pero sin embargo tremendamente agresivo y coercitivo para eliminar ‘díscolos’. Es a su vez trascendental; si no hay alternativas no hay posibilidad de educarse en diferentes puntos de vista que permitan tomar decisiones más libres, así que cierro el círculo: la única forma de permitir opinión libre es a su vez, poder expresarla, entendiendo esta posibilidad no sólo como lo obvio, sino que exista la posibilidad, real, de ser recibida por una buena cantidad de destinatarios. Aunque parece que la batalla está perdida, de vez en cuando hay motivos para el optimismo; en las pocas oportunidades normadas que se establecen para la expresión de la opinión del común de los mortales, no siempre va en el sentido esperado, ¡aún no estamos del todo sometidos!. En ocasiones, la gente harta de lo mismo, elige protestar como con el Chiki-Chiki. Y, he aquí una novedad, ¡gasta dinero en ello!. Pero, más allá de protestar, ¿Existe posibilidad, real, de que las opiniones de un miembro cualquiera del ciberespacio lleguen a un número apreciable de destinatarios? Esto es equivalente a si existe canal utilizable a disposición y si existe interés en los destinatarios. Pues bien, con tu lectura de esto constituyes el claro ejemplo de que sí, aunque esta página no goce de una buenísima cantidad de destinatarios, TODAVIA ;-).

El esquema de creación de contenidos en Internet es doble. Por un lado hay está la conocida comunicación jerarquizada. La idea es la misma que con la prensa escrita, con la televisión, etc. Es la expresión unidireccional y centralizada originada en unas pocas fuentes en manos de los grandes conglomerados creadores de opinión y que nos la tragamos todos sin rechistar, porque aunque ahora esté sobre Internet, lo que permitiría una interacción del receptor del mensaje, sólo se utiliza esta capacidad para recabar información de cómo hacer llegar su mensaje de manera más eficaz – agresiva-, no sobre cambios de lo esencial. Además la omnipresencia de los mensajes fabricados por el grupo privilegiado de los creadores de expresión no permite el abstraerse. Te los tragas sí o sí. Por otro lado existe una comunicación horizontal, en red, en la que los destinatarios de la expresión generada ‘en serie’ se expresan a su vez. La novedad de Internet es la posibilidad –algo remota, pero real- de llegar a un público muy extenso a través de soportes Web2.0; redes sociales, youtube, blogs… El destinatario, el que se tragaba todo, ahora tiene la oportunidad de generar sus propios contenidos y distribuirlos con costes casi cero y en casos extremos, tener una audiencia comparable a los contenidos jerárquicos, colaborando al circuito de la cultura.

Entonces, ¿Se emancipará la opinión? En realidad, según mi opinión, todo lo que cabe esperar es una negociación implícita, pero con las leyes y la lógica del mercado, entre los pocos grandes productores que protegen sus expresiones por copyright y la miríada de productores normalmente ocasionales, aunque quizás muy dedicados, que además  normalmente distribuyen con licencias no tan cerradas su expresión (Como creative commons ). No creo que se llegue a una situación de ganador definitivo porque Internet es poesía. Internet es Autopoiético, perpetuamente móvil, redefine a cada momento sus condiciones de existencia a partir de sólo ciertas restricciones que, a su vez, están en movimiento. Internet es ajeno a la definición de optimalidad, sino sencillamente viable, sostenible, lleno de equilibrios inestables y de avances a tirones… Internet tienes demasiadas variables de relaciones tan complejas que es imposible de domesticar. Probablemente por eso, no se llegue a situación de ganador definitivo y sigamos teniendo la opción de votar al chiki-chiki o de ver al niño del dentista, dos items aparentemente inocuos para el sistema pero que exhiben algo maravilloso: Seguimos siendo ‘un grupo numeroso, discreto, muy firme en nuestra falta de convicciones’[1], por mucho que se empeñen.

Raúl Antón Cuadrado


[1] Cita de Eduardo Mendoza. La aventura del tocador de señoras.

[2] Un artículo inspirador y más completo sobre la autoproducción en Internet, se puede encontrar en la Revista Chilena de antropología Visual, en concreto se trata ‘Si quieres vernos en acción: Youtube.com. Prácticas mediáticas y autroproducción en Internet‘ de Elisanda Ardèvol y Gemma San Cornelio

7 comentarios sobre “¿Hacia una emancipación de la opinión?

  1. Tomás

    Interesante artículo… mirad, al final, lo que va a pasar es que si quieres opinar y que esa opinión llegue a mucha gente vía internet… tendrás que pagar… Digo pagar dinero… contante y sonante. Y, a la inversa, para recibir opinión… Los periódicos desaparecerán… y si quieres opinión -no sólo la información, la noticia, la foto- a través de la red…pues ya empiezan las plataformas ORBIT etc Aquí todo se paga.

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  3. raulanton

    Alfonso Vazquez Atochero comienza su libro ‘¿Hacia donde vamos?. Ciberantropología y Comunicación Audiovisual” con una cita de Chomsky, que viene al pelo:
    Si no hacemos nada, Internet y el cable estarán monopolizados dentro de diez o quince años por las megacorporaciones empresariales. La gente no conoce que en sus manos está la posibilidad de disponer de estos instrumentos tecnológicos en vez de dejárselos a las grandes compañías. Para ello, hace falta coordinación entre los grupos que se oponen a esa monopolización, utilizando la tecnología con creatividad, inteligencia e iniciativa para promocionar, por ejemplo, la educación.
    Noam Chomsky

  4. pablo2garcia

    Bien por tus reflexiones.

    Vengo a dejar un cacho de goma de borrar.

    Autopoiético no puede ser internet. La autopoiesis es, así a bulto, el mantenimiento activo de una diferencia identitaria con respecto a un medio variable y no controlado. Internet no vive en un medio. Y no tiene una barrera desde la que establecer una identidad constante con respecto a algo. Su fuerza de creación es además externa a sí misma.

    1. Raúl

      Hola, Pablo.

      El tema de la autopoiesis de Internet –de mi opinión sobre ello-, lo desarrollé en otro post: https://aprehendizajes.com/la-web-es-un-ser-vivo/

      Quizás el asunto es que yo sí veo una barrera aunque, de acuerdo, no física. Internet tiene un cerramiento respecto al ‘mundo de ahí fuera’ o al ‘mundo convencional’. Es un medio alternativo de relación en que se verifica una proyección –no especular, sino con características propias- del medio social en que vivimos. Y como tal nos permite una redefinición de nuestra propia identidad (o ahondar más en la misma si se desea), re-tejer la red de relaciones sin restricciones espaciales,…

      Para mi, Internet esta constituido a partir de la sociedad ‘sin Internet’ o si se prefiere es un subconjunto de esta. El medio dentro del que vive Internet, para mí sería la globalidad de las interrelaciones sociales y si que veo una barrera –difusa quizás- que justifica que haya ciertas reglas de interrelación social que se redefinan en Internet respecto a las convenciones sociales ‘de fuera’.

      En todo caso, apruebo tu comentario. Como ya has visto, el post era un ejercicio de comparación en el que lo más importante no era ver si Internet era absolutamente autopoieico o no y, por supuesto, no era ver si estaba vivo o no (entiendo que coincido contigo en que no a ambas cosas), sino… ¿Cómo decirlo?…¿Chinchar? Y en esa perspectiva tu goma de borrar es muy refrescante y contribuye a completar la reflexión.

      Gracias por dedicar tiempo a leerlo y por tus comentarios precisos. Es la razón por la que me lo paso bien escribiendo estos posts.

  5. Pingback: Reflexión Intrascendente. La declaración de los derechos humanos e Internet. | COMunicación EXTendida IT

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