Asumo que nos creemos el cambio de foco que postuló Bourdieu para conquistar la actividad del aprender desde a la pasividad del ser enseñado y enmarcado todo el proceso en un fenómeno social. Asumo que entendemos que, a falta de paradigmas imaginativos que se unan a la lista, esto solo es abordable con una comunidad autopoiética de aprendizaje de esquema horizontal que reposicione a todos los participantes incluido el profesor para generar cauces multilaterales de comunicación.

Esto, insisto, es un axioma. Un axioma bastante compartido porque está claro que las comunidades de aprendizaje, no son de antes de ayer. De hecho, de tanto manosearlas huelen, pero…

Necesitamos DISLOCAR las comunidades de aprendizaje

Cumplir el axioma de la horizontalidad y la multilateralidad que exige la generación de los metapsiquismos de Levy que configuran un todo mayor que la suma de las partes o, de otro modo tener una red de relaciones tan potente en la que se pueda confiar para construir el conocimiento -aka conectivismo sea versión Siemens o versión Karen Stephenson– no es tan sencillo. Al menos no si no nos queremos mover de las propuestas metodológicas establecidas.

Y es que esto es imposible en una clase convencional. Y no sólo por imposibilidad espacial de las clases diseñadas para el ejercicio del derecho a la palabra que sólo detentan los tocados por la sabiduría, investidos como tal por el sistema: los reproductores.

Esto es igualmente imposible en una clase online convencional de esos tan prestigiados Entornos Virtuales de Aprendizaje. Porque son sólo una trasposición del esquema a Internet y porque por si acaso, cualquier intento en este sentido no se consideraría por la ANECA como innovación educativa -solo lo es lo que ‘figura en una lista de innovación educativa’ 😀 – sino como negligencia del profesor de su deber para con el sistema de impartir clases.

Las comunidades de aprendizaje, que piden a gritos la aplicación de los principios del conectivismo, no son posibles a día de hoy en las aulas regladas ni virtuales ni presenciales. No al menos en las que tenemos ahora -en las que permiten los mecanismos de validación del método educativo-. La ANECA y sus métodos inquisitoriales están más pensados para automantener los privilegios del cuerpo funcionarial de profesores poco dado a movimientos de ningún tipo (creo que aún deben de haber por ahí apuntes de profesores fotocopiados de originales a máquina de escribir!).

¿Quedarse absorto en el ombligo o valorar alternativas?

La respuesta es evidente. Para tí, prócer miembro del cuerpo de catedráticos o también procer, pero menos, miembro del cuerpo de profesores en sus diversos niveles, desde titular, de universidad privada o ayudante -doctores todos-: contemplarte el ombligo aspirando a devenir garante del sistema en forma de validador de la Aneca o en alguna peor si eso existe.

Para tí, profesor que amas -aún- esta profesión y probablemente estés deambulando en los límites del sistema funcionarial como profesor a tiempo completo pero considerado como colaborador con rango y medalla de bedel, no queda otra alternativa. El aprendizaje necesita trascender las paredes a las que fue relegado, necesita romper el esquema opresor a que colaboran con todas sus fuerzas los insertos en el sistema. ¡Saltemos a la red!

Y por si no era suficiente estas razones para transcender las naftalinescas paredes de los entornos virtuales reglados: situar el lugar del aprendizaje lo más cerca posible del fenómeno de estudio nos aporta nuevos útiles que permiten bascular de forma natural y sencilla al modelo constructivista (Kaplún dixit).

Solución (una solución). Hagamos la clase sobre Slack + Foros.

Horizontalidad, multilateralidad de la comunicación, activa 24/7, integrando limpiamente la participación desde múltiples dispositivos por tanto para crear una

federación reticular de los miembros para conseguir objetivos comunitariamente… ¿Por qué no hacemos una prueba con discusiones ágiles en Slack y que después puedan aquilatarse en foros?

La asignatura objeto de la experiencia, Educación y Comunicación en el Ciberespacio se ubica en las troncales de un Máster oficial de la UNED conducente a título de doctorado. Esta asignatura tiene objetivos de aprendizaje que no caben en libros, ni siquiera en las invisibles pero contundentes paredes que caracterizan los entornos virtuales de aprendizaje cerrados, in-vitro. Comprender la comunicación en Internet exige experimentarla.

• ¿Y de qué manera? Cómo propusieron los profesores que se obrara esta interacción. ¿Está por ahí el ‘enunciado de la actividad problematizadora’? No
• ¿Cómo no?
• Como no. La comunicación no se impone. La comunicación es una reacción en cadena que se oxigena con más comunicación en un entorno propicio.
• Ya. Y vas a decirme que funcionó, claro.

Otro día iremos desgranando los detalles, pero quede esto como resumen: 105 participantes de los 110 posibles instauraron 66 canales de comunicación en slack produciendo más de 80000 mensajes y compartiendo casi 600 archivos multimedia durante 4 meses de intercambio 24/7.

La famosa ANECA debiera velar por que los alumnos aprendan. Así que no considera esto como acción de aprendizaje 😉 El rollo es que a la Aneca no sé si le importaba realmente si los alumnos aprenden, pero a mí sí. Así que les pregunté. Otro día damos más detalles, contando con las compañeras Julia Morer y María Brea, con las que hicimos un artículo fenomenal que los intrincados designios del otro garante del sistema –las revistas científicas [interesante esto al respecto]- le tienen durmiendo la siesta. Pero por hoy unas pinceladas… ¡No me resisto! Esto es lo que respondieron los alumnos:

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Y… mi preferido. Estxs alumnxs van para doctores en educación, por cierto…

PS: Suspendí mi acreditación de la ANECA este Junio por cierto, así que es posible que tenga algo de rencor en el corazón :D. Suspendí por muchas razones, así que parece que lo tenía bien merecido. Por ejemplo no tengo puntos que presentar en innovación educativa, más que alguna cosilla que yo no considero como tal, como haberme apuntado a carros en marcha o ya sin gasolina. También me dijeron que publicara artículos en indexados e hiciera estancias en universidades extranjeras -no vale dar clase, por decir algo en la universidad virtual de Quilmes, ya que mi especialidad es la participación en Internet o soy Doctor en Educación y Comunicación en entornos de Internet- sino que tendría que ir allí, presencialmente, y estar unos meses.

Suspendí mi acreditación. Y me sumo al coro de indignados de la red -algunos de ellos, compañerxs a los que admiro personalmente y que me horroriza que el sistema de educación no los ponga a disposición de los estudiantes más allá de por medios precarizados-. Y no es que sólo me parece que en la Aneca están a por uvas y hacen gala de un jetón de cemento armado. Es que, a día de hoy, no diré que me alegro de haber suspendido, porque pagé una pasta a una agencia para que me ‘ordenara los miles papeles que presenté’. Pero me tira de un pie.

Por cierto… Con un click aquí Puedes subscribirte a Aprehendizajes.com para que instiguemos periodicamente tu empoderamiento en la red. ¡Puede que con la que está cayendo sea buena idea!

Raúl Antón Cuadrado