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La poesía es una forma de Arte que utiliza como instrumento la palabra, así que la única que se construye con algo consustancial al hombre. La consecuencia es muy alentadora para los poetas: así como, por ejemplo, la fotografía y la tauromaquia podrían extinguirse con la obsolescencia de las cámaras o con una eventual prohibición, la poesía no puede desaparecer en tanto que el ser humano siga comunicándose. Indiscutiblemente, es el Arte más democrático. Toda persona puede hacer poesía, porque no necesita ningún instrumento añadido: por no necesitar, la poesía no necesita ni escribirse.

Sabido que la poesía es inmortal – o tanto como el género humano- por definición, esto no quiere decir que goce forzosamente de buena salud, que su difusión sea masiva. Debe de competir con otros contenidos por la atención del público y para ello se debe ajustar a la narrativa de los medios preponderantes. ¿Cómo se traduce esto a ahora mismo? La poesía debe de encontrar alguna proyección a la narrativa del  ciberespacio que permita asegurar la difusión entre los nativos digitales -que serán pronto la totalidad de la sociedad-.

Existen sites que dan soporte al intercambio de poesía convencional, incluyendo incluso hilos y

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foros de debate sobre las mismas. Son incluso notorios hoy, pero no abordan las necesidades de la Narrativa del ciberespacio. Exhiben las mismas torpezas que los principales periódicos al iniciarse en Internet: su versión digital, lejos de utilizar las herramientas que tenían al alcance con el nuevo medio, era un mero calco de su versión papel. Afortunadamente se pueden constatar también varias propuestas de proyección de poesía a Internet que mediante novedades en los significados y, o, en la forma, compiten por la atención de los cibernautas. Se habla de no-poesía,  poesía hipertexto, poesía animada, holopoesía, poesía visual, poesía virtual…  Varias de ellas son, en cuanto a proposición de novedad, meritorias, pero ninguna puede llegar a tener, hoy en día, la difusión potencial que alcanza la poesía sobre Twitter. “La poesía encuentra en Twitter un nuevo vehículo para respetar la narrativa del Ciberespacio y asegurar su difusión en los nuevos ámbitos. @itcomext”

¿Esto es el no-va-más de la poesía? De ningún modo. Twitter acabará olvidado –antes o después- pero se habrá mostrado el camino a seguir para que la poesía siga siendo –aún minoritaria- lo suficientemente presente. No hay que adaptar los soportes de Internet para publicar las mismas poesías de siempre, sino que los poetas debemos[1] aprender cómo usar la narrativa del ciberespacio y sus herramientas. Y nuestra poesía, que es arte, y como tal no ligada a ningún soporte, debe de poder ser proyectada sobre esta narrativa sin despeinarnos, del mismo modo que antes lo hacíamos sobre libros.

Sólo queda una aclaración. ¿Cuáles son los puntos de la narrativa del ciberespacio cuyo cumplimiento Twitter asegura para la poesía? Es sencillo: Twitter alinea la poesía con el posmodernismo tecnológico, la hace cumplir la ética de la red y maximiza al comunicación EMIREC: Los 3 must para triunfar en el ciberespacio. Justo lo que están pidiendo cientos de millones de cibernautas ávidos por engullir nuevos contenidos. ¿Qué la poesía no es para ser engullida, sino paladeada? Quizás.

¿Cree que esto último necesita una explicación? Viene en una semana. Para ello, puede suscribirse para ser avisado cuando se publique, dejando su email arriba a la derecha, afiliándose en NetworkedBlogs o siguiendo nuestro blog en Facebook o ¡Twitter! Pero aquí le dejo un mapa conceptual como aperitivo.

Mapa Conceptual de poesía, Twitter y narrativa ciberespacial

Raúl Antón Cuadrado

[1] todos somos poetas