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¿Cualquiera puede creerse un creador?

Todo individuo en Internet es, según su decisión, creador. ¿Cómo saber a quién dejar participar y a quién no para mantener la calidad de los contenidos de un site? La respuesta no es fácil porque la pregunta es errada. La participación masiva no está reñida con la calidad ni el interés del contenido, sino lo contrario y, es más, permite crear grupos de interés en que se respetan todas las opciones.

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El e-líder y el gran hombre melanesio

Las grandes multinacionales que dominan la Web se lucran de los esfuerzos gratuitos de los internautas, a los que se les pone medios de producción, pero se les niega remuneración y la propiedad de sus trabajos. Se está forzando, así, esquemas económicos que llevan a la exclusión social y la proscripción de quienes originan contenidos distintos de los de las corrientes oficiales. Y silenciadas las opiniones divergentes, podremos tener la más completa de las democracias pero ninguna libertad.Las grandes multinacionales que dominan la Web se lucran de los esfuerzos gratuitos de los internautas, a los que se les pone medios de producción, pero se les niega remuneración y la propiedad de sus trabajos. Se está forzando, así, esquemas económicos que llevan a la exclusión social y la proscripción de quienes originan contenidos distintos de los de las corrientes oficiales. Y silenciadas las opiniones divergentes, podremos tener la más completa de las democracias pero ninguna libertad.Las grandes multinacionales que dominan la Web se lucran de los esfuerzos gratuitos de los internautas, a los que se les pone medios de producción, pero se les niega remuneración y la propiedad de sus trabajos. Se está forzando, así, esquemas económicos que llevan a la exclusión social y la proscripción de quienes originan contenidos distintos de los de las corrientes oficiales. Y silenciadas las opiniones divergentes, podremos tener la más completa de las democracias pero ninguna libertad.Las grandes multinacionales que dominan la Web se lucran de los esfuerzos gratuitos de los internautas, a los que se les pone medios de producción, pero se les niega remuneración y la propiedad de sus trabajos. Se está forzando, así, esquemas económicos que llevan a la exclusión social y la proscripción de quienes originan contenidos distintos de los de las corrientes oficiales. Y silenciadas las opiniones divergentes, podremos tener la más completa de las democracias pero ninguna libertad.Las grandes multinacionales que dominan la Web se lucran de los esfuerzos gratuitos de los internautas, a los que se les pone medios de producción, pero se les niega remuneración y la propiedad de sus trabajos. Se está forzando, así, esquemas económicos que llevan a la exclusión social y la proscripción de quienes originan contenidos distintos de los de las corrientes oficiales. Y silenciadas las opiniones divergentes, podremos tener la más completa de las democracias pero ninguna libertad.

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Crítica, Arte e Internet en 1650 caracteres

Internet elevó sobre la oligarquía de la crítica cacique, necesaria descubridora de nuevas formas, a la purria con acceso al bandwith que, pese a quien pese, se decanta por lo que le da la gana. ¿Tendremos ahora que preservar a los críticos para proteger la sociedad del abotargamiento cultural?

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A la vindicación del periodismo por la infobasura

cuando la tecnificación más la amenaza, los periodistas son más necesarios que nunca. Precisamente por la falta de preparación o de tiempo para hacerlo que tenemos el común de los mortales, deben jugar bien su papel de validadores de fuentes. Si saben bascular sus competencias críticas y técnicas a este ejercicio, tendrán larga vida como profesión, en otro caso, como sigan tomando la decisión de plegarse a las necesidades de la prisa, estarán en igualdad de condiciones con cualquiera con un móvil con cámara…

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