DE LA TELEBASURA A LA INFOBASURA

Conectados en el ciberespacio, es una recopilación de artículos magnífica, que animo a leer para reflexionar sobre los conceptos que subyacen a la Web2.0. Pone esqueleto y estructura a varias de las cosas que has pensado alguna vez de manera deshilvanada y te arma para ir más allá en las reflexiones propias. Sin embargo, tiene algún punto, para mí, un tanto borroso, como esta cita que copio más abajo. El planteamiento no es sino un eco, bien estructurado, de algo que comúnmente se dice y por eso me parece más interesante.

LA CONECTIVIDAD Y LA INFOBASURA.

Muchos cibernautas, instituciones y empresas crean infobasura. Así como una parte de la programación televisiva se caracteriza por un tipo de producción que se denomina telebasura, en el ciberespacio encontramos algo similar a escala planetaria. La infobasura no es un dato relevante o significativo, pero ocupa la mayor parte del ciberespacio.

Si la materia prima del ciberespacio es la información de cualquier naturaleza, aquello que no responda a los criterios de esta materia prima se considera infobasura… junto a la información y a la comunicación significativa conviven las formas más degradadas del conocimiento, del ocio y del entretenimiento.

Conectados en el ciberespacio. Roberto Aparici. Cap 1. Pg 32.

¡Madre mía! Estamos rodeados.

LLAMANDO BASURA A LO QUE CONSUMIMOS.

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La verdad es que siempre me han molestado el maniqueísmo y el facilismo de las consignas para calificar algo como basura sin más para estigmatizarlo.  En lugar de dar explicaciones sobre el asunto, es más rápido y eficaz decir que es tele/infobasura, para que quede sucio. Probablemente yo sea simplemente un resentido porque cuando veo tele o surfeo, fuera de horas de trabajo, estoy tan derrengado que busco precisamente esos contenidos que son, de facto y diría que de jure, considerados basura. Por ejemplo, mis programillas de cotilleo… ¡Claro que no considero a la Belén Esteban un ejemplo a seguir, ni que pueda aprender nada de ella! Pero tampoco de una película de las de los domingos de divorciado-con-hija-y-viuda-con-hijo-que-se-conocen-por-que-los-niños-tienen-perros, o de los videos de tortazos, o de los partidos de fútbol, o concursos de baile con famosos, o realities que han dado ya tantas vueltas de tuerca que Dios sabe dónde acabarán, o el Pekín Express, o el Waupaut o como se llame, o los Simpson, o los programas deportivos, que se van a pasar dos semanas hablando de la crisis del Madrid y de los malos gestos de Guardiola o aún peor, de las series de médicos, de periodistas, de bomberos o de policías que entre la aparente inocuidad de sus historias esconden toneladas de azucar y siempre alguna moralina. ¿Todo ello es basura? Pues sí. Según la definición lo son al mismo nivel que la Noria o el Gran Hermano. Según los que entendemos, que aún no nos hemos dado cuenta de que la gente hace con su ocio lo que le da la gana –mayormente relajarse-, eso es basura, porque ‘no es información’.  ¿Que si me gusta Redes? Supongo que sí, pero no sirve para esos maravillosos viernes noche de encefalograma plano que no cambiaría por nada.

Permitidme una anécdota. Hace unas semanas publicamos un artículo sobre la utilización de Twitter que contenía el nombre de Belén Esteban y se indexó en manéame. Por el hecho de tener el nombre de Belén Esteban, fue en cuestión de minutos el más visitado de todos los que se habían publicado en itcomext. No pasó de una cuestión de minutos porque los mismos que no habían podido resistir la tentación de leerlo –¿o probablemente sin leerlo?- le dieron tantos votos negativos que desapareció de los índices. ¡Qué lástima! Un artículo tan sesudo, murió de éxito y luego cayó en el ostracismo, sin encontrar su público objetivo, sólo por llevar el nombre de la Esteban. Mmmm…. uy uy uy, ¿No habremos encontrado algún ciniquillooooo que lo leía y luego, por si acaso quedaba traza, lo puntuaba negativamente para hacerse el intelectual? ¿Quizás avergonzados por no usar nuestro tiempo libre en leer filosofía el sanedrín de los que entendemos nos exorcizamos llamando basura a lo que consumimos?

LA NOTICIA NO CONTRASTADA ES LA INFOBASURA LETAL PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA E-CIUDADANÍA

Mi opinión es que la única basura es no ser honesto en la comunicación. Si una web es de divertimento, es de divertimento. Y cada cual elige si se divierte con la casa real inglesa, con un ppt de los vestidos de Britney Spears, viendo la enésima versión de ‘mi peluchito’ en youtube, haciendo avatares para colocar en facebook o con el Madrid-Barça (bueno, aquí algunos se divierten y otros penan).  Lo imperdonable en la COMunicación EXTendida  es pretender ser lo que no se es, porque la falta de transparencia inhabilita la COMunicación, y no hace falta diseccionar las máximas de Grice para probarlo, es obvio. El engañar acerca de tus fines, como hacerlo con tu identidad o gustos en una red social, a medio plazo paga, porque se te ve el plumero o acabas esquizofrénico.

Hay, insisto, un engaño nocivo no sólo para el que lo pone en juego, sino para la propia construcción de la ciudadanía de la web que estamos intentando. El disfrazar la opinión de

Lo que en ningún caso se debe de permitir para disminuir el tiempo de ciclo de creación de noticias, es el recurso al ‘olvido’ de la validación de las fuentes. El problema no es que Belén Esteban diga majaderías en un programa que se autoincluye transparente e inequívocamente en un contexto de divertimento: no se espera que nadie con espíritu crítico de crédito a afirmaciones que trasciendan este marco. Para mí, lo dramático es que afirmaciones infundadas se vehiculen en medios pretendidos de información. No tomarse tiempo en validar las fuentes ocurre ya hasta en medios divulgativos y científicos con resultados ridículos, léase el artículo del número de Dunbar. Incluso su versión perversa, esto es, que algo se convierta en verdadero, simplemente por su publicación en varias fuentes que se pueden auto-citar unas a otras, puede acabar siendo lo normal. Pero precisamente de aquí viene la buena noticia para la profesión de periodista: cuando la tecnificación más la amenaza, los periodistas son más necesarios que nunca. Precisamente por la falta de preparación o de tiempo para hacerlo que tenemos el común de los mortales, deben jugar bien su papel de validadores de fuentes. Si saben bascular sus competencias críticas y técnicas a este ejercicio, tendrán larga vida como profesión, en otro caso, como sigan tomando la decisión de plegarse a las necesidades de la prisa, estarán en igualdad de condiciones con cualquiera con un móvil con cámara o incluso que coja las imágenes de flickr-com y simplemente tenga buena imaginación.

Raúl Antón Cuadrado