Crisis de fé repentina tras subidón

Llevaba años en ello. Empezó todo leyendo ‘La crisis de la ciudadanía laboral‘ un librazo de Alonso, que sí, ya está superado… Pero era entonces cuando había que escribirlo. Y entré en crisis.

Una crisis de fé de calibre ‘San Manuel bueno martir’.

Pero lo peor estaba por llegar. Lo trajo el martillo pilón de ‘el conocimiento debe de ser gratis’ ¡viva el Open Source! Trufado de citas vicarias, que no se dan cuenta que son sicarias de aquellos a quienes les interesa que todo sea gratis. ¿Alguna vez nos hemos preguntado por ello? Seguro que sí. Yo lo hice: [Folletín en dos actos: Lo que estás pagando cuando no pagas por los contenidos en Internet.] Y es que lo mismo el Open Source no es eso… no es eso.  Me encanta una explicación de Automattic -Sin ninguna duda uno de los actores principales del Open Source- en su main page: «We don’t make software for free, we make it for freedom.» Open source es mucho más que aquello.

Luego viene el desarrollo de unos rudimentos sobre componentización y postfordismo. Bueno, más exactamente sobre cómo estamos inmersos en una sociedad estrictamente fordista en lo laboral y en lo social, mientras se predica lo contrario… algo que me recuerda el adagio soterrado -y no tanto- ‘voy a la moda porque quiero expresar mi verdadero ser y me da igual lo que pienses de mi’. Mmm

¿Has sentido algo así? Después, cuando ya estés pensándo cómo llegaste a dónde estás, aprovecha para descargarte ‘REINVENTING ORGANIZATIONS’ de Laloux. Pero paguemos por el libro, eso sí. Y es que aunque a eso no estamos acostumbrados en España, me temo, pues es lo suyo pagar a la gente que tiene ideas genuinas y clarividencia. ¡Claro! Si no acabamos pagando a los que no las tienen y estamos abocados a elecciones quincenales (lo de menos sería que la hicieran el 24 de Diciembre si es que fuera la última vez por un tiempo). ¿Yo pagar? Sí. ¿Y por qué voy a pagar una aberración por un libro que no cuesta… bla bla bla? Y entonces verdugazo de Laloux. ¿Viste el enlace? Descargate el libro… y paga lo que creas justo (Yo ya lo hice).

El Credo, en el contrato.

Vale, cuando ya hayas situado tu empresa, en la que estás o la que diriges, en la pirámide cromática que propone Laloux te pones a pensar cuales serán aquellas que ya dieron el salto… y justo entonces lees que hay empresas que tienen credo. ¡no fastidies! Y dices… ¡Pero no! Esto es otro invento de Responsabilidad Social Corporativa para quedar bien pero lugo no se aplica ni de Blas…

Y entonces, cuando llega un contrato de trabajo en el que una de sus páginas es esta, te das cuenta de la diferencia entre predicar y dar trigo:

No quepo en mi. ¡BRA-VO! Resulta que soy un muy HAPPY Automattician, un Happiñess Engineer. Y que esto es exactamente como prometía ¡O mejor!

🙂

Pero no hemos cerrado el grifo. Aún buscamos gente genial para unirse a la causa:

¿Vienes?

Raúl Antón Cuadrado