¿Qué hacen esos adolescentes idiotizados delante del ordenador? Pues a lo mejor, desidiotizarse de la televisión.

“la televisión robó a los niños horas de juego diarias. Los medios digitales esán restaurando ese tiempo precioso; los boomers fueron víctomas de un medio –la televisión- que fomentaba claramente la pasividad y este medio les robó sus horas de juego dentro o fuera del hogar” (Pg. 113 Conectados en el ciberspacio. Cap 7 Una generación de usuarios de medios digitales. Angel Barbas Coslado, César Bernal Bravo)

¿Qué tienen de malo las redes sociales? No. No me respondan. Si estoy cansado de oírlo: llevan a encerrase delante del ordenador, lo que implica que los niños no se relacionan, además hay gente que usurpa identidades o se presenta como quien no es, los chavales tienen acceso a contenidos de sexo explícito amén de servir de asiento a un sinnúmero de maldades y fechorías: acosos, timos, pederastia…

Quitémonos la venda. Las fechorías, son las que ya existían fuera de Internet, con la diferencia (¿buena o mala?), de que toda acción deja traza y se puede perseguir. Lo del sexo, pues bueno, me niego a hablar de ello mientras asumamos que es normal que los chavales tengan acceso inmoderado a tiroteos, cuellos cortados y chorros de sangre. Debo ser un raro, pero yo creo que preferiría que mi hijo coja afición a los kikis antes que a cortar cuellos y deleitarse en los chorros de sangre.

Los nuevos medios, debido a su naturaleza compartida, interactiva y de muchos-a-muchos, llevan implícitos valores de carácter más colaborativo y democrático, siendo a su vez estos valores los característicos de esta nueva generación. (Pg. 112 Conectados en el ciberspacio. Cap 7 Una generación de usuarios de medios digitales. Angel Barbas Coslado, César Bernal Bravo)

¿Y lo de que no se relacionan? ¡Ya estoy harto de oír que si el Barrio Sésamo era supereducativo e

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inmejorable! Barrio Sésamo pudo ser soberbio como producto educativo en el momento que apareció pero, queridos treintañeros, convenzámonos de que Barrio Sésamo podría estar superado y de que difícilmente podría educar habilidades sociales por su naturaleza ‘aisladora’ y unidireccional. ¡En Barrio Sésamo los niños que jugaban eran los que estaban en la tele, no los que lo veían! Quienes sigan pensando que puede ser más educativa la tele –pantalla en la que te tragas mensajes unidireccionales sin posibilidad alguna de interactuar- que relacionarse a través de una pantalla con otras personas –comunicación bidireccional que permiten las redes sociales-, tienen mi respeto. Pero esa tesis se sostiene mal.

Raúl Antón Cuadrado

PS: Ya quedó claro, ¿No? Las ovejas de la entradilla somos nosotros, los padres de la generación del facebook, los que nos idiotizamos con la televisión innoble e unidireccional 😉